La crisis económica ha multiplicado exponencialmente los casos de vecinos morosos, un problema común al que tiene que hacer frente la administración de comunidades en Eixample, Barcelona. El impago es una situación a la que habitualmente no se quiere llegar, aunque se pueden dar casos de voluntariedad en el impago de los recibos de la comunidad o el alquiler.
La primera medida que realizamos en Díaz Associats es meramente dialogante. Se puede llegar a un acuerdo y prorrogar el plazo de pago en casos de buena voluntad. En el peor de los casos, se puede dar un aviso de que si no se abonan las cuotas adeudadas, se procederá a iniciar un proceso judicial, lo que puede disuadir al vecino moroso de insistir en el impago. Si no atiende a razones, el siguiente paso consiste en comunicar vía burofax la reclamación que la comunidad llevaría a cabo de proseguir la situación, para, a continuación decidir en una junta de vecinos si se comienza un procedimiento judicial contra el moroso, para lo cual es necesaria una mayoría simple, es decir, más del 50% de los votos favorables. En la hipótesis de que se aprueba ese procedimiento, se ha de enviar un segundo burofax comunicando la interposición de ese juicio de reclamación, al que sigue, si continúan los impagos, la interposición judicial advertida.
Como administración de comunidades en Eixample, Barcelona, el escenario más habitual es la condena al vecino moroso, que, si tras la sentencia sigue sin pagar, verá embargados sus bienes y obligado a pagar unos intereses de demora.
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